Imprevisto

Aparezo sobre unos arbustos.., caigo sobre ellos.., había calculado mal...
A pesar de que era media tarde y había bastante gente haciéndo vida en el gigantesco y famoso parque del centro de Nueva York, nadie se había fijado en mi aparición.
Iba con el torso desnudo.."mierda, la camiseta, que frío..", había salido de juerga por Roma, y había acabado en casa de una bella jóven italiana, tras varias copas, ibamos a empezar a entretenernos, pero apareció el marido inesperadamente..., y aquí estaba ahora, en pleno Central Park, con diez grados de temperatura, pasando frío..., ya podía haberme transportado a otro sitio.

Vi a un chico tiritando. Pensé si usar mis llamas para asarlo y que pasara del frío al calor bruscamente, pero le miré dos veces y... había mucha gente, así que pasé de momento. Me apoyé en en un árbol y contemplé a animalillos desamparados corretear por ahí... oh que ganas de asaros, pequeños.

Me fijo en que había un chico mirandome..
"Me habrá visto aparecer...?"-me pregunto...
Le ignoro y comienzo a caminar para ir a un lugar con menos gente...

-¿Me estas mirando?-pregunté con voz ronca antes de que me ignorara.

-No, no eres para nada mi tipo, chaval ...-digo vacilándole sin girarme, vuelvo a seguir mi camino.

-¿Y me has tenido que mirar para darte cuenta?-pregunté empezando a enfadarme.

-Relájate chaval.., vete al parque a jugar un rato...-digo despreocupado, viendo como se cabreaba...

Le fulminé con la mirada, y noté como mis manos comenzaban a arder, miré a mi alrrededor... había demasiada gente, me intenté controlar, no era plan de que me diera una combustión... las llamitas cesaron, nadie me había visto.
-No quiero hacer nada aqui y ahora.-murmure para mí, y me alejé.-Que te den.

Me quedo soprendido, al ver su extraña habilidad.
"Este gilipollas puede ser peligroso.."
-Capullo...-solo digo cuando se larga...