Discoteca Del centro

Sonrio.-Gracias por todo

La abrazo y le doy un beso en la frente-Para algo soy la hermana mayor-Sonrio de manera amable. Le hacía falta que alguien la cuidase.

Sonrio.-No tienes porque portarte asi conmigo se que no he sido muy buena persona...pero no puedo evitarlo

Lo hago encantada, además lo de ser malos lo llevamos en los genes. Nuestro padre no era ningún santo-Dije con asco

Si.-Digo disgustada.-Era un ...no sabes lo que nos hizo sufrir.-Me contengo

No recordemos cosas que no merecen la pena. Ha muerto-Sentencié-Vamos a bailar, la noche es jóven.

si, mejor.-Digo mientras la sigo

Unos colegas me habían dicho de salir aquella noche, me había negado, como siempre, pero tras mucho insistir había medio aceptado. Entramos en la discoteca, hacia tiempo que no veía aquél ambiente. Nos sentamos en una mesa y pedimos, rato después entraron a un par de chicas y yo me dirigi a la barra.
-Eh, guapa, ponme un wisky doble.-Le pedí a la camarera.
-Aquí tienes, cielo.-Y mi guiñó un ojo.

LLevaba un buen rato bailando y noté como el humo del local me estaba molestando en la garganta. Asi que me moví hasta la barra para pedir una botella de agua. El chico que había " besado " antes se me acercó y se puso pesadito hasta que le di un buen empujón. La mitad del local se había girado al oírme blasfemar en alemán demasiado alto.

Me giré al notar disturbio, es lo que tenían las discotecas. Pero pasé, la gente se había arremolinado y no veía nada y encima empujaban.
-¡Joder, que no empujéis hostia!-Grité molesto, pero me serené, no fuego, no fuego, no fuego.

La gente acabó por desaparecer y por fin pude pedir mi botella de agua
-Cada día hay más imbéciles sueltos-Murmuro

Veo lo que ocurre desde la pista de baile.-¿Estas bien?.-Digo despues de pedir una copa

Ja, pero odio a los malditos imbéciles que creen que soy un jueguete-Bebo el agua cabreada y pido tequila-Necesito alcohol.

No.-Digo tajantemente y cuando llega el tequila me lo bebo yo.-Ane, no puedes hacer eso...

Suspiro más sereno, bebo de mi wisky. Noto la calor del ambiente en mi cuerpo, llegandome a molestar. Me bajo del taburet tras pagar la copa y me dirijo a la pista para decirle a unos de mis colegas que me largo... me aburría.

Me pongo histérica, y sin poderlo evitar monto el espectáculo
-Quiero beber, odio estar tomando pastillas. Sigo sin domir , ¿sabes que dicen los médicos? Que tengo depresión. Lo que yo tengo es oscuridad y la soporto. Salgo fuera y en la calle me pongo a llorar.

Me despido de mis amigos y salgo fuera, veo a alguien llorar. Me acerco a curiosear.
-¿Ane?-Pregunto tras reconocerla.

Me quedo en el sitio sin saber que hacer.-Yo solo lo hacia por ella...-susurre

Bajo la cabeza y seco mis lágrimas que son más oscuras que las del resto de la gente
-Vete, no creo que estés bien aquí, conmigo. No estoy de buen humor.

-Uuuhh mira como tiemblo...-Bromeo.-Anda, ven... hace frío.-La abrazo.-Cuéntame, ¿qué ocurre?

Me quedo pasmada por el gesto que hace, pero lo agradezco-Tengo que disculparme con mi hermana, le he montado el numerito. Pero a veces no me soporto, tengo algo malo que me cuesta controlar.

Me quedo en silencio, sin sabert qué decir.
-No sabía que tenías una hermana...-Murmuré.-Pero debe estar preocupada, ¿no sería mejor que te relajaras y volviera dentro a hablar con ella?-Sugerí.

No quiero entrar-Y me abrazo más a él- Creo que la llamaré al móvil. -Le pego un toque a ver si sale fuera.

Veo el toque de Ane y salgo.-¿estas bien?

Asiento-Perdona por el número, pero las malditas pastillas y todo eso me pone nerviosa. Bueno, voy a presentarte a Ender-Me separo un poco de él , aunque me gusta el calor que desprende.