De Compras

Me quedo mirándola con asco. Es una zorra.
-Comprando-muestro mis propias bolsas-No sé qué haces en esta ciudad.

Visitandola, de compras ya sabes....- respondi

Sí, ¿debería de creérmelo?-Dije irónica- Siempre vas a los sitios para sacar algo.

¿Como puedes pensar eso de mi?.- Digo inocentemente

Eres mi hermana, bueno mi puta hermastra. Sé muy bien como eres-La miro con asco.

No, no lo sabes bien hermanita.- Digo con voz dulce pero desafiante

Recuerda, puedo matarte-Corté con eso.Odiaba hablar con ella

Me di la vuelta hacia la tienda.¿Que se pensaba?No podia aguantarla, no entendia que alguien que compartiese sangre se odiase tanto.

Zorra, dije para mi misma. Esperé a que Alice saliese de la tienda. Necesitaba irme ya.

Entre en la tienda, me cambie de ropa , pague y sali de la tienda

Mientras pago el vestido para mi tía veo que Ane se va a fuera a fumar después de haber estado evitando a alguien, me encojo de hombros. La dependienta mi ofrece mi bolsa, la cojo y salgo. Veo la que se ha montado.
-Esto... ¿de verdad sois hermanas?
Pregunté,vacilante.
-No os parecéis en nada...

Tosí levemente antes de contestar-Ella, es mi hermana por parte de padre. Y doy gracias de no parecernos-Gruñí.

-Bueno... tampoco te extreses.
Sonreí para que se tranquilizara.
-¿Qué otras tiendas me ibas a enseñar?
PRegunté saliendo por la tangente.

Me alegro de que haya cambiado de tema. Mi hermana me saca la mala ostia.
-Pues por aquí cerca hay varias de marca, caras. Lo que no recuerdo es el nombre.

Hice una mueca al oír caras.
-Bueno... se puede mirar.
Dije, riendo.
-¿Y están muy lejos?

Claro-Caminamos por la avenida y entramos en una especie de centro comercial-Hay variedad de precios y esas cosas.

-Con el regalo de mi tía me he quedado pobre TT.TT
Dije.
-Pero bueno... algo puedo mirarme. ¿Tú vas a comprarte algo?
Pregunté.

Bueno, la ropa pija y que tapa tanto no suele ser lo mío-Señalé un jersey- Aunque miraré alguna falda corta. Seguro que de eso sí hay.

-Segurísimo.
Dije, y me puse a mirar unas chaquetas que parecían baratas y bastante de mi estilo. Miré el rpecio.
-Hay... que dolor.
Dije, dejando la chaqueta en su sitio rápidamente.
-Ni que todos fueramos ricos...

Si quieres te la puedo regalar-Miro mi tarjeta-Me apetece gastar-Miro unas faldas, pero erab demasiado largas-Bien, parece una tienda de monjas ¬¬

-Que va... me sentiría culpable, mujer.
Digo, excusandome.
-Siempre puedes cortarla a tu medida o buscamos otra tienda algo más barata y con faldas más cortas.
Y vi como la dependienta me miraba algo mal.

Bueno, sino te importa ir a un barrio más peligroso...-Dije mientras salíamos de la tienda-Hay ropa barata.

-No te preocupes por lo de que sea peligroso.
Dije y suspiré.
-Me han dicho que tengo una fascinación por el peligro y esas cosas... así que mucho miedo no pasaré.
Expliqué.

-Ten cuidado, puedes acabar formando parte del pelirgo-La guió por unas callejuelas, donde se pueden ver desde drogadictos hasta prostitutas-La gente tiene miedo a estos barrios, pero son ellos mismos los que los crean. Las personas somos rídiculas ¿ no crees?

-No creo... soy demasiado buenaz para gustarle a esos "peligros"
Comenté, algo decaída.
-Sí, somos ridiculas... damos incluso lástima.